La Entrevista:
Yo conocí al escritor Iván Espadas, impartiendo clases en la escuela de escritores, no era su alumno, únicamente entre a su cátedra para escribir un artículo sobre la existencia dicha institución. tiempo después lo saludé al menos media docena de veces. Todas estas fueron en eventos sociales donde se le podía ver rodeado de personas pertenecientes a una agrupación de escritores que el mismo lideraba “Atorrantes Escritores” no recuerdo haber tenido una larga plática con él. Antes de entrevistarlo trate de informarme un poco más en reacción a su personalidad, pero no me sirvió de mucho, porque los que me hablaban de él parecía que se referían de diferentes personas.
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Cabellos revueltos ya con abundantes canas, incipiente barba blanca y unos lentes oscuros |
No fue difícil, conseguir su número y agendar una entrevista. Los artistas pueden tener lugares muy exóticos para dichas citas. Iván no fue la excepción, el escritor de “Sin lugar en la tierra” me citó en una fonda, en las arterias del mercado grande. Ya sentado en una endeble silla de platico lo vi llegar y nos estrechamos la mano. Nada nuevo todo parecía ser estático en él. Cabellos revueltos ya con abundantes canas, incipiente barba blanca y unos lentes oscuros que nunca se quitó. Sus dientes dispares parecían que durante décadas pidieron a gritos unos Brackets. Playera verde militar unos pantalones de mezclilla parchados. para un hombre que ronda los cincuenta años su apariencia no era discordante. Yo sabía que algunos escritores ya se habían ganado el derecho histórico de vestirse como les dé la gana sin implique desfavorecer su imagen. Dos cocas colas de botella de cristal nos acompañarían en la próxima media hora, el escritor de Cacalchén apuntó a la cocina del establecimiento y me mostró una imagen de san Judas que daba la apariencia que siglos de polvo abrazaba al santo, me dijo:
— En cualquier lugar donde se sirva comida y encuentres un san judas sucio es un buen lugar, digamos que la comida es buena.
Reímos durante unos segundos, le dije es para una entrevista, quiero que me platiques de Cinema palacio. Me respondió.—
¿Qué quieres saber?
En la presentación oficial de tu último libro Cinema Palacio, el escritor Carlos Martín te dijo que éste era tu mejor trabajo en las letras. ¿Qué opinión tienes de este comentario?
— Respeto a mi colega, pero creo que no fue un comentario justo. Es posible que sea el libro de mi autoría que más le ha gustado, ¡pero donde quedan, algunos otros que escribí ya hace años!
¿Tienes un libro favorito?
— No lo debería de tener, cualquier escritor diría que su mejor libro aun no lo ha escrito o es el siguiente. Pero conmigo eso no aplica mi mejor libro es la novela El Nido del Cuervo.
Sigamos con Cinema Palacio. Tuvo buena acogida en la comunidad lectora de Mérida, ¿Qué lo hace especial?
— Posiblemente sea la forma como narro el costumbrismo de mi pueblo en las décadas de los 70s al 90s. Posiblemente sea el humor o la nostalgia de un pasado reciente de un lugar específico.
Hablas en el libro mucho de Cacalchén.
— Si, y era imposible no hacerlo, no existe un libro sobre este municipio, yo no lo puedo escribir porque no soy historiador. Pero te puedo asegurar que Cinema Palacio es lo más parecido que existe a un libro de Cacalchén.
Aseguras que Cinema Palacio es un libro surrealista. ¿Cacalchén es un pueblo surrealista?
— Ubico las historias al menos 30 años atrás, y sí mucho de lo que escribo en ese libro era normal en su época, pero visto atreves de la distancia, es muy surrealista. Algunas personas en tono muy serio me preguntan si el contenido que se encuentra en el capítulo de la “silla” fue real o sacado de mi imaginación, les digo la verdad, todo es real.
Te gustaría de Las personas que no conocen Cacalchén lo hagan por tu libro Cinema Palacio.
— Sería magnifico, pero de alguna manera ya se está dando, se dé al menos media docena de personas que "puebleando", ya pasaron por el municipio y me comentaron que tuvieron una gran curiosidad, después de leer el libro.
Crees que más personas que en la modalidad turismo de pueblo, más turistas visiten de tu pueblo.
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Sala de proyección en el interior del cinema Palacio en Cacalchén (70s y 90s).
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— Mi pueblo es muy bonito y te conecta con facilidad a otros sitios turísticos, posiblemente no requiera unas hojas para atraer visitantes, pero sin dura un libro le daría una importante promoción. Lo que tardaría veinte años se podría reducir en dos.
¿Lo crees posible?
— Posible sí, pero también complicado, solo se hicieron 100 libros en físico, no es fácil conseguirlo. Está disponible en digital, pero aún hay muchas personas que no les gusta ese formato. En Amazon se encuentra a la venta, pero por gastos de envió su costo es alto.
¿El libro es autobiográfico?
—No, para nada, mi ego no está grande, en el libro yo soy un espectador cue cuenta las historias, y le da un tono a la narrativo. En algunos capítulos si se me puede ver como personaje, pero eso es para dar contexto antes de adentrarse al tema.
¿Es un libro sobre el Cine palacio?
— Si. Pero en lo personal me gusta decir que es la historia de todos los cines de la misma época y con las mismas características.
¿Escribirías una segunda parte?
— Me lo preguntaron en dos eventos relacionados con este libro.
¿Si es por ello que te pregunto?
— No lo sé. Aún tengo muchos compromisos con Cinema Palacio. Además, ya tengo seis libros, creo que es el momento de hacer un alto o rescatar o reeditar los anteriores.
Siempre has estado muy activo en el mundo literario, ¿Qué planes tienes ahora?
—No se…tal vez solo ser feliz, un día a la vez como Anónimos.
El escritor le dio el ultimo sorbo a su coca cola de cristal y dio una amplia sonrisa misma que enmarcó una fila de diente chuecos. A unos metros una mujer con franela en mano limpiaba de polvo al santo de la moneda en el pecho.
Nos comparte el texto por Iván Noé Espadas Sosa (que no me proporciona el nombre del que le realizó la entrevista), nativo de nuestro municipio y sus papás son los dueños de cinema palacio en el centro sobre la calle 21 A frente al parque municipal.
Cacalchén, Yucatán a octubre del 2023, la autoría de la nota a quien corresponda.