Por los caminos del Mayab: CACALCHÉN
Este municipio es cercano a la gran capital Mérida, se ubica en el antiguo camino real a Izamal, lo que la hizo punto importante de viajeros y peregrinaciones propias de la religiosidad popular practicada en siglos. Llegar a esta comunidad con la mente cargada de datos históricos implica hacer un esfuerzo por imaginar como debió lucir este pueblo noble hace años, seguramente con cuadras llenas de casita de paja y caminos de piedras y sascab, arboles corpulentos y una iglesia labrada de cal y canto cuya espadaña se corona con remates y una alta cruz de piedra.
...por titulares de su iglesia, a los apóstoles San Pedro y San Pablo. (Foto: Redes Sociales AQC) |
Se trata de un pueblo de origen maya. Por centurias los abuelos han relatado que a las orillas de un cenote que se situaba en la plaza fue donde se dio el origen, en la cual los pobladores autóctonos, en búsqueda de tierras fértiles y de agua que satisficiera la necesidad, decidieron sembrar los horcones que levantaron sus casas.
El mismo nombre de la localidad revela por sí mismo su fundación maya. Los grandes estudiosos de la toponimia de la región por décadas buscaron el significado de la palabra Cacalchén. Los maestros Alfredo Barrera Vázquez, Pacheco Cruz y hasta el mismo Juan Pío Pérez concluyeron que el significado es: "Pozo de dos bocas". Mientras que Diego Rejón García, publicó para 1910, hace referencia a una planta arbusto.
¡Pero qué lejos estaban esos estudiosos de la verdad sobre la palabra Cacalchén! En nuestra investigación, dimos con un documento importante llamado la Relación de Cacalchén escrito en 1581 por un español dirigente de ese pueblo, donde expone: “Llámase Cacalchén, porque dicen los indios que tiene cuarenta pozos y en la lengua de los indios cacal (kak´al) son cuarenta, chen (che´en) es pozo en lengua de ellos, por manera que juntas las palabras dicen Cacalchén.”
El pueblo perteneció al cacicazgo de Ceh Pech y su máxima autoridad era del linaje de la familia Pech su gran batabiloob. Extendió la mano al Francisco de Montejo el cacique Na Chan Pech, siendo aliados en la empresa de conquista. Fue puesto como pueblo de encomienda en favor de Francisco Tamayo Pacheco en 1549, quien es autor la Relación de Cacalchén, obra sobre la historia de la demarcación desde su fundación hasta la dominación.
Otros encomenderos fueron Juan Hernández de Castro en 1629, y José Ventura de Magaña y Figueroa, posteriormente.
Otros encomenderos fueron Juan Hernández de Castro en 1629, y José Ventura de Magaña y Figueroa, posteriormente.
Cacalchén, publicación spbre la remembranza histórica (¡Por Ésto!)- |
Auxiliar y justificación universal de la llegada de los reinos de Castilla y León al Mayab fue la evangelización de los naturales, en el caso particular de la región, fue la Orden Franciscana la que tuvo la responsabilidad sobre sus hombros. Los misioneros de tosco hábito fueron los que trazaron las calles de este pueblo, siguiendo el modelo europeo del tablero de ajedrez, bautizaron a los naturales, y bendijeron la unión de los abuelos de los que hoy pueblan la comunidad
Con pico y lanza abrieron los cimientos de su templo, y forjaron la sociedad maya colonial. Fray Diego López de Cogolludo en su historia publicada en 1681 asienta: “El convento de Cacalchén tiene erección de tal, desde el año de 1609, y por titulares de su iglesia, a los apóstoles San Pedro y San Pablo…”
El atrio de su iglesia y antiguo exconvento franciscanos es uno de los más grandes y antiguos del Arzobispado Yucatanense. La Orden seráfica sale de la administración religiosa de ese pueblo en 1821, con las leyes de secularización. Con los franciscanos floreció la devoción mariana, para principios del siglo XVIII se tenía establecido una cofradía a la Pura Concepción con bienes de 200 mecates, ganado, caballos, colmenas y monte llamado Dzonot, vendido en desamortización en 1782. La devoción mariana actual se centra en la Virgen de Candelaria.
Entre la historia colonial de ese pueblo se conservan los legajos de pleitos y defensas de los naturales por parte de los clérigos y defensas de indios. Ya que se acusaba que muchos españoles tenían indios en sus ranchos que no ayudaban a pagar el tributo debido a las autoridades locales.
En 1821 llega la Independencia Mexicana, Yucatán se levanta a favor de la naciente nación y corta sus lazos políticos con España. Cacalchén obtiene su primer ayuntamiento, que el siglo XIX que por los diferentes cambios políticos como la Guerra de Castas y luchas internas hicieron que pierda la Comuna en varias ocasiones.
En 1821 llega la Independencia Mexicana, Yucatán se levanta a favor de la naciente nación y corta sus lazos políticos con España. Cacalchén obtiene su primer ayuntamiento, que el siglo XIX que por los diferentes cambios políticos como la Guerra de Castas y luchas internas hicieron que pierda la Comuna en varias ocasiones.
No obstante, al estar entre el camino de Mérida a Izamal, será puntos de encuentros y desencuentros armados entre las tropas de militares ansiosos de poder y de la gubernatura del Estado. En 1868 se inauguró el palacio municipal y en 1885 se concluyó el primer corredor público.
En el naciente siglo XX, el henequén colmó estas tierras y en 1900, al comienzo de nuevo siglo, ante la buena economía y el ascender paulatino de su demografía, el Congreso del Estado le concede elevación a Municipio Libre y Soberano, autoridad que ha conservado hasta ahora.
En el naciente siglo XX, el henequén colmó estas tierras y en 1900, al comienzo de nuevo siglo, ante la buena economía y el ascender paulatino de su demografía, el Congreso del Estado le concede elevación a Municipio Libre y Soberano, autoridad que ha conservado hasta ahora.
Según el último Censo de Población y Vivienda del 2020, el resultado fue de 7,490 habitantes, ósea 50.3% por ciento hombres y 49.7 por ciento de mujeres. En comparación a 2010, la población en Cacalchén creció un 9.97 por ciento, cuenta con una minoría de maya hablantes. En lo económico se practica la ganadería y en menor escala la apicultura. Asimismo, las fuerzas manos laborales se dedican a lo domestico en Mérida y en las maquiladoras de ropa, ubicadas en los municipios vecinos.
Tierra apreciada de reconocidos intelectuales, fue inspiración del poeta Jorge Mezo Alcalá quien escribió Canto a Cacalchén.
Tierra apreciada de reconocidos intelectuales, fue inspiración del poeta Jorge Mezo Alcalá quien escribió Canto a Cacalchén.
También fue tierra de los recuerdos de las raíces del árbol genealógico de la escritora Georgina Rosado y Rosado, lo que se evidencia en su libro Deshaciendo nudos. En él pernotó John L. Stephens en su búsqueda de los mayas, incluso Alice D. Le Plogeon en 1878, lo describe: “por el número de casas de piedra que rodean la espaciosa plaza. Se encuentra ahora casi desierto y solitario.”
En esta tierra nació el destacado maestro Laurentino Estrella Chan, al igual que el escritor Iván Noé Espadas Sosa, cuya inspiración ha dado texto destacados en la literatura contemporánea. Bajo el mismo cielo se meció la cuna del destacado deportista Vicente Espadas Cervantes y de la extinta religiosa Zoila Victoria Vázquez Castillo. Tierra fue del ganadero Pedro Pérez Sosa, que dejó recuerdo con el astado “Sinaloense” -toro de lidia-.
La vaquería en las fiestas tradicionales del pueblo - Embajadoras. |
En la actualidad Cacalchén es un pueblo fuerte, que buscan los medios necesarios para salir adelante, sufre de las migraciones constantes, el tener que salir a buscar trabajo en pueblos cercanos. En tanto que la ganadería, la apicultura y algo de la decadente porcicultura siguen dando sustento a sus familias.
Pueblo forjado en siglos de encuentros de culturas, sigue siendo baluarte de tradiciones y festividad, por ejemplo, lo mismo se baila una vaquería en enero o en junio, que se hace un gremio, se reza un ochovarío, o se cocina un relleno negro o se fríe en manteca un panucho. En procesión llega desde Ruinas de Aké un milagroso Crucificado al término de la Semana Santa. Igualmente, en sus calles reina el silencio y quietud, junto con la paz provincial durante las sus tardes de aires fresco que mesen sus frondosos árboles. Riquezas de un asentamiento sólido, un pueblo distinguido como lo es Cacalchén.
Pueblo forjado en siglos de encuentros de culturas, sigue siendo baluarte de tradiciones y festividad, por ejemplo, lo mismo se baila una vaquería en enero o en junio, que se hace un gremio, se reza un ochovarío, o se cocina un relleno negro o se fríe en manteca un panucho. En procesión llega desde Ruinas de Aké un milagroso Crucificado al término de la Semana Santa. Igualmente, en sus calles reina el silencio y quietud, junto con la paz provincial durante las sus tardes de aires fresco que mesen sus frondosos árboles. Riquezas de un asentamiento sólido, un pueblo distinguido como lo es Cacalchén.
Autoría, Investigación y texto de Profesor José Iván Borges Castillo.
Publicado en el periódico Por Esto!
22 de abril, 2024
Fuente: Página de Facebook | Por los caminos del Mayab | junio 2024 ||
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