Autoría de: Linda Victoria Martínez Fuentes y José Alejandro Puch Chi.
los mayas fueron sumamente religiosos desde la manera en que concebían el trabajo, tenían rituales dedicados a dioses del monte. Ya sea de los vientos, lluvias o incluso hasta sus sacrificios, toda su vida estaba rodeada de una gran religiosidad. “Se veían inmersas en la búsqueda de sus propias identidades”[1]. Con la llegada de los europeos, la forma de vida maya sufrió un cambio drástico, desde la forma de repartición en el espacio hasta las creencias, se les empezó a inculcar un dios nuevo, totalmente diferente a los acostumbrados, con el paso del tiempo y las reparticiones de tierra se empezaron a crear las estancias, haciendas (ganadera, henequenera). Dónde cada hacienda tenía un patrono, este patrono, era un santo nombrado o denominado por el dueño, el hacendado, y este último punto es lo que abordaremos en esta investigación. La hacienda henequenera, la relación del hacendado y el patrono, y la religiosidad de los peones, como influyó la devoción de los trabajadores de la hacienda en su labor y la vida diaria. Para el tal fin elegimos distintas haciendas de los municipios de Acanceh y Seyé, cada hacienda con distinto patrono, ya sea un santo o una virgen, y se describirá la influencia que tuvo por parte del santo, de igual forma se abordarán algunos milagros, leyendas y la forma de costumbres que se practicaban en la vida de los hacendados de la segunda mitad del siglo XX.
Este trabajo pretende explicar la concepción que los habitantes de determinadas haciendas comprendidas al poblado de Acanceh, Yucatán; tienen sobre la religión católica y como la relacionan con la antigua religión maya obteniendo como resultado un fuerte sincretismo que ha influido en su vida diaria durante años; la época de estudio es la segunda mitad del siglo XX. Este estudio es pertinente para conocer el tipo de vida que se llevó a cabo en la hacienda referente a la concepción de la religión y como está influyo en la vida diaria de los habitantes, así como también en los rituales que eran exclusivamente mayas se empezaron a relacionar santos católicos dentro de estos.
El siguiente trabajo va dirigido a toda persona que pretenda conocer sobre las costumbres que se llevaron a cabo en la época hacendaria y así como a todos los que pretendan tener una idea más clara de cómo dos religiones distintas se mezclaron y crearon una diferente a las dos que se encontraron siglos atrás.
Vestigios de las haciendas henequeneras en las haciendas de Acanceh, Yucatán. |
La segunda parte estará enfocada en la comparación y relación que cada hacienda tuvo en la forma de relacionar a las dos religiones y sus creencias ya que aunque las haciendas se encuentran a cortas distancias tienen varias diferencias desde la forma de llevar a cabo sus creencias como costumbres, de igual manera en esta parte se describirá un ritual maya que se llevó a cabo en las dos haciendas que comprenden esta investigación.
En la última parte se llevara a cabo la conclusión que hasta ahora se tiene sobre esta investigación, que sin duda aún falta por investigar, pero con el trabajo que se está llevando a cabo se empezaran a aclarar, y de la misma forma darán surgimiento a nuevas preguntas, ya que sin duda el campo de la religión es bastante amplio y rico para conocer la forma de vida dentro de las distintas haciendas en el estado de Yucatán.
Este trabajo se basa en las narraciones hechas por los pobladores de las distintas haciendas utilizando la historia oral como base, de igual forma se consultaron obras que describen la concepción e historias de los santos que se tiene en otras poblaciones del estado de Yucatán como por ejemplo: la publicación de escritor Roberto López Méndez que lleva por nombre “ leyenda de vírgenes y santos”, al mismo tiempo que se investigó la concepción e historias que se conocen de los santos en su ciudad española de origen, para poder comparar y conocer la diferencias que se dieron a la hora de su introducción en la vida de las personas en el área yucateca.
Primero debemos explicar a qué se le llama “Santo”. Le llaman santo a las personas que se encuentran destacadas por sus virtudes y son modelos a seguir, capaces de llevar a los demás por el camino del bien y de la perfección. Al amar por sobre todas las cosas a Dios, automáticamente aman a todos los seres humanos, pues porque ellos son creación del señor. La religión cristiana piensa y considera que los santos deben de ser seguidos, así toda la humanidad está destinada a ser santa, pues con ellos sólo probarían el amor al ser amado: Dios.
Para llamar santo a alguna persona en primer lugar debió de haber llevado una vida correcta y que sea un ejemplo a seguir, que haya manifestado su amor al ser supremo y tener atributos que lo caractericen, también necesita que se le compruebe algún milagro cumplido.
Cuándo una población siente empatía por un santo surgen estas devociones hacia él, así ellos sintiéndose conectados con él creen que están más cerca de Dios.
Los santos en las haciendas han sido muy importantes, es el núcleo de la población, trabajan por él y para él (dependiendo que tan conectados se encuentren con la divinidad) sin embargo no todos son afines a él.
Yabucú:
La primera hacienda que comprende esta investigación es la que lleva por nombre Yabucú ubicada aproximadamente a 3 kilómetros de la villa de Acanceh, Yuc. Esta hacienda fue abandonad aproximadamente 20 años tras cuando la fabricación de la fibra de henequén perdió valor, según lo narrado por los que habitaron la hacienda, esta contaba con la casa principal y tenía un corredor de tejas; frente a esta se encuentra el cuarto de máquinas que en su momento contaba con una maquina raspadora, cuatro chimeneas y dos empacadoras, en la entrada de la hacienda se hallaba la capilla que fue destruida por el huracán Isidoro en el año 2002, pero aún se puede observar los cimientos y por lo que se puede dar una idea del tamaño basándose igual en la descripción de los pobladores, esta capilla fue construida años antes que la casa principal.
El santo patrono de esta hacienda es San Miguel Arcángel, “El santo guerrero que venció a Lucifer con su machetito[2]”
Según los testimonios que conseguimos fueron traídos de España por uno de los dueños de la hacienda por ahí del año de 1943[3], siendo una escultura de madera con los ojos de jade a continuación mencionaremos algunas características de este:
Lleva consigo una espada en forma de rayo, para los habitantes de Yabucú significa que tiene alguna conexión con la lluvia, de igual manera con el Dios Chaac.
A sus pies se encuentra un dragón, Miguel Arcángel acabando con el dragón a punto de clavarle la espada. En la concepción de la iglesia católica es uno de los siete arcángeles y es uno de los tres cuyo nombre aparece en la biblia, además, que para la iglesia este arcángel está en el lugar más alto y le llaman; “ príncipe de los espíritus celestiales”, en el arte es representado como un ángel guerrero conquistador de lucifer, poniendo talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazando con su espada… la cristiandad en la iglesia primitiva venera a este arcángel como el que derroto a satanás y sus seguidores y los hecho del cielo con su espada de fuego[4].
Los pobladores de la hacienda al igual que conocen a este santo como el vencedor de satanás, también lo relacionan con el dios Chaac –dios de la lluvia- según los comenta don Idelfonso Medina que fue habitante de la hacienda hasta hace años, nos narra que a San Miguel es uno de los guardianes del dios de la lluvia maya, por la forma que tiene su espada, asume la representación de un rayo; y gracias a este elemento este santo fue introducido en la ceremonia de la lluvia llamado en maya Chaa Chaac, igual tienen la creencia que cuando un rayo cae cuando el cielo está despejado – rayo seco como le llama-, es este que agita su espada en contra de Satanás, el día de la festividad de este patrono es el día 29 de septiembre pero las festividades inician desde el día 20 del mismo mes, y se llevan a cabo la novena- 9 días de oraciones-, y gremios que reúnen a la mayoría de la población creyente, la congregación que tiene este santo incluye a haciendas vecinas y poblados cercanos que llegan para orarle, llevarle ofrendas y pedir algún milagro como nos comenta nuestro entrevistado.
Al igual que para los peones, la devoción y creencia fue igual de importante para el dueño de la hacienda ya que fue el que introdujo la imagen del santo a la hacienda, importándola desde España, basándonos en la descripción que nos dieron los habitantes de la hacienda, esta imagen es tallada en madera de aproximadamente 1.60 cm de altura desde la base hasta su cabeza, y los ojos eran hecho de jade, la imagen original fue sustraída de la hacienda y hasta la actualidad se desconoce su ubicación , esto nos lo comento otra persona que vivió en la hacienda y cuyo marido fue el encargado de la hacienda en sus últimos años. En un documento encontrado en el AGEY (archivo general del estado de Yucatán), nos da una descripción de la hacienda y con eso se pudo conocer que cuando aún la casa principal era de embarro y paja la capilla ya estaba construida de mampostería y techada[5], como se puede observar durante esa época aún era más importante la devoción y la salvación del alma antes de las comodidades terrenales, como se creía durante la colonia.
Uno de los rituales que se llevan a cabo es el ya mencionado Chaa Chaac, aquí lo describiremos tal y como nos fue narrado por don Hilario Medina, este ritual es llevado a cabo por un j-Man[6] del pueblo o de un poblado cercano, para llevarlo a cabo las personas que participaran se encargaran de todos los utensilios que servirá para tal motivo, algunas personas donan animales como gallinas o pavos –guajolotes- , otras se encargan de los recados, la bebida, el primer paso es elegir a cuatro señores los cuales serán los ayudantes del j-Man durante el tiempo que dure la ceremonia, estas personas lo acompañaran al cenote que el elija en busca de agua, pero nadie puede entrar sin que antes el j-Man haya pedido permiso al señor o guardián del cenote una vez que esto haya sido concedido las cuatro personas llenan unos calabazos con el agua del cenote, con esa agua se preparara tanto la comida como la bebida, para iniciar este ritual se construye un altar en medio del terreno en una mesa se colocan la comida y la bebida, los cuatro señores elegidos con colocados en las diferentes esquinas de la mesa que representa los puntos cardinales, al momento que inicia la ceremonia estas personas hacen sonidos de ranas o sapos esto es por la creencia que estos animales llaman a la lluvia con su canto, en ese momento se empieza a nombrar tanto a dioses mayas o señores de la tierras como igual a los santos católicos, al finalizar la ceremonia se dice unas palabras que traducidas al español diría esto “ ya todos comieron y bebieron, deben estar todos satisfechos ya es hora que todos los santos y aires regresen de donde vinieron[7]” con esto finaliza la ceremonia según nos narraron.
Canicab
La segunda hacienda que comprende este estudio es la denominada Canicab ubicada aproximadamente a cuatro kilómetros hacia el norte de Acanceh, este sitio aún cuenta con habitantes que la vieron desde los días que la maquina raspadora funcionaba y se trabajaba el henequén, el santo patrono de este ligar es San Isidro Labrador quien por excelencia es el patrono de los agricultores es el santo a que muchos acuden para que llueva, su ciudad de origen es Madrid, España, uno de los relatos más conocido de este santo que viene desde esa ciudad y los pobladores de esta hacienda igualmente conocen aunque se difiere un poco entre los dos, las cuales se escribirán a continuación para poder observar las pequeñas diferencias, en primer lugar está la versión española: “ esta historia nos presenta a un hombre muy piadoso que a menudo tenía que soportar las burlas de sus vecinos porque cada día iba a la iglesia antes de salir a labrar el campo, a veces Isidro llegaba algunos minutos tarde al trabajo y sus compañeros lo denunciaron al patrón por holgazán. Juan de Vargas, que así se llamaba el propietario de la finca, lo quiso comprobar por sí mismo, y un buen día se escondió tras unos matorrales situados a medio camino entre la iglesia y el campo. Al salir del templo le recriminó su actitud. Cuando llegaron al campo, su patrón vio por sorpresa que los bueyes estaban arando ellos solos la parte que le correspondía al buen Isidro, el patrón entendió aquél hecho como un prodigio del cielo.
La historia narrada por uno de los pobladores don Cándido Pech y su esposa doña Verónica es la siguiente: “San Isidro todos los días antes de ir a trabajar a su milpa pasaba a la iglesia a orar, y aunque el llegase tarde a trabajar siempre terminaba igual a con los demás trabajadores, y ellos siempre se cuestionaban“ ¿cómo es que el acaba igual que nosotros, cuando en las mañanas es el último en llegar?”, entonces, en una ocasión los demás trabajadores decidieron seguirlo, y en eso estaban cuando escucharon que San Isidro con alguien fue cuando vieron que eran ángeles quienes ayudaban a este hombre a trabajar la tierra para que este terminase a tiempo”. Como podemos observar en este caso la concepción no es muy diferente hacia este santo, siguiendo con los resultados de este trabajo de campo, en esta hacienda se tenía la costumbre que todas las personas que trabajan la tierra así como la crianza de animales le ofrecían a este santo la primera cosecha o el primer animal nacido en forma de agradecimiento o para pedir el favor que su trabajo siga dando buenos resultados durante todo el año.
Las festividades de este patrono se lleva a cabo el 15 de mayo y se tiene la costumbre que durante los días previos a esta fecha la capilla se abre desde la madrugada para que la gente pueda entrar a orarle desde temprana hora, igual para pasar a pedir que tengan una buena caza para poder ofrecer al santo en el día de su festividad mayor, el día del gremio desde temprana hora los señores del poblado salen de cacería y el animal obtenido es llevado directamente a la casa donde se llevara a cabo esta fiesta para que se prepare, la gente de este lugar acostumbra a ir a la capilla cuando suenan siete campanadas, eso quiere decir que se llevara a cabo un rosario y al finalizar este se reparte atole ( bebida preparada con maíz), y elotes sancochados llamados pibinales.
Datos obtenidos en relación a milagros concedidos por este santo tanto entre los pobladores como visitantes que llegan a rezar por algún familiar, un ejemplo es este caso que nos fue narrado es el siguiente: “un señor de edad avanzada que no tenía que comer y se fue a la iglesia a platicar con san isidro, entonces llego a la iglesia y que le dice al santo " san isidro hoy no comeremos porque no hay dinero, no puedo salir a cazar, y en eso estaba cuando de la puerta entro un tuza, con trabajo con su bastón empezó a caminar detrás del animal hasta que lo logra cazar y ese día comieron y cenaron dicen que por la confianza que le tuvo al santo es por eso que lo ayudaron[8]”.
Otro milagro que cuentan ahí, narrado por doña Verónica fue el siguiente: “Un hombre que no era de este pueblo, vino llorando a la capilla y rezándole a San Isidro Labrador, pidiéndole por su hijo que estaba muy enfermo; el hombre dejó un “bote” de agua como ofrenda y a las horas fue por él y se lo llevó a su hijo para que tome, y gracias a esa agua que le ofreció a San Isidro su hijo mejoró.” Nos dimos cuenta en este segundo caso la fe que estas personas tienen, pues este relato no es muy creíble para muchos, pero su forma de narrar era tan convincente que no dudo que muchas personas lo lleguen a creer y hasta contar a los demás. De igual forma nos damos cuenta de que el Santo Patrono de las haciendas tienen como que el mismo relato, sólo que en diferentes situaciones, es decir, este señor llevó agua a la capilla, y en otros relatos nos cuentan que fue por llevarle animales, llevar al mismo hijo enfermo con el santo para rezar, o diferentes cosas, pero siempre es de un hijo enfermo.
En este poblado igual nos narraron la forma en que realizaban el ritual para pedirle a dios de las lluvia (Chaac), que les mande buen tiempo para sembrar, este rito es conocido como el Chaa Chaac, y nos comentan que se realiza de la siguiente manera según recuerdan; se preparaba el balché, con el tallo de los árboles del mismo nombre se sancochan (colocar en agua hasta el hervor) y se mezcla con licor y miel, esta es la bebida que se reparte en el chaa chaac igual se prepara pollo y con unas tortillas grandes, se cuidaba de no tirar nada al suelo , porque ya es una comida sagrada. Los hombres eran los que rezaban por que no se les permitía a las mujeres, se elegían a cuatro personas para imitar el sonido de los sapos, se cree que estos animales con su canto llaman a la lluvia. Igual se lleva a san isidro y se le hace un altar con maderas y hojas en medio del monte[9].
Como podemos observar en los tres casos anteriores los santos están relacionados con los trabajos del monte, el primer caso se le hace esa concepción gracias al elemento con el que se relaciona su espada y por esa razón es que se concibe como una guardián del dios maya de la lluvia y en el tercer caso la relación que se tiene con la tierra se trae desde la ciudad de origen de este santo y fue adoptado casi sin ningún cambio hacia la imagen construida por la religión católica, en base con las narraciones podemos percibir como los pobladores relacionan al santo de la primera hacienda, como en la lucha del bien y el mal esto se puede observar en la relación que le dan a la caída del rayo con la batalla que llevo contra el diablo este arcángel.
El tercer caso se podría relacionar con la vida que llevo Jesús hijo de Dios según la biblia, que es un caso de bondad y trabajo, ya que San Isidro igual está relacionado con los animales y su bondad hacia a ellos y además que ante todo su prioridad era estar en paz con dios y tener una vida tranquila y alejada del pecado, y como se puede observar en el relato hecho por los pobladores se puede ver que la concepción no cambio en cuanto a la que se tiene en España de ese mismo santo.
Otro caso particular que nos contó doña Verónica de Pech es el siguiente: “Un día estábamos en la capilla y de repente San Isidro se cayó, solo, no había ni aire como para que se caiga, pero bueno, se cayó. Y en la tarde del mismo día 3 personas del pueblo de Canicab murieron de diferentes maneras, y dos quedaron heridos[10].”
Pero las similitudes que se tienen entre las dos haciendas son más concretas como es el caso del modo de festejar a los patronos con fiestas y novenas y en ambos casos toda o quizá la mayoría de la población participa en ellas, desde donar algún animal o fuerza de trabajo para realizar los diferentes eventos en honor al patrono, al igual que en los dos casos los patronos están relacionados con el ritual maya del Chaa Chaac, por estar relacionados con el elemento del agua y la tierra, en ambos casos el alcance que tiene la devoción y congregación va más allá de los días de fiesta y sobre los pobladores de las haciendas, o sea esta devoción , costumbres y creencias son su forma de vida diaria, ya que desde iniciar a trabajar la tierra se hace un ritual hasta el final o el tiempo de cosecha se hacen los rituales para agradecer a los santos del monte, y en la concepción católica son demasiado arraigado a sus creencias, lo podemos observar en los rosarios que se llevan a cabo y en el caso de los hacendados en la construcción de las capillas antes de tener una casa principal, claro este es un caso y no podemos generalizar a todas las haciendas en estos momentos.
En este trabajo se puede analizar el sincretismo que se ha llevado a cabo en relación de la religión católica y la maya, sin que una haya desplazado a la otra, los resultados de esta investigación hasta el momento nos demuestran el tipo de creencias y el modo de vida religiosa que se llevaban a cabo en las haciendas durante la segunda mitad del siglo XX, aún falta trabajo por hacer para conocer mejor las costumbres que se llevaron a cabo en esta época, se pretenderá llegar hasta poder analizar y comparar la vida religiosa un número mayor de haciendas para así poder sacar conclusiones más claras.
El santo patrono de esta hacienda es San Miguel Arcángel, “El santo guerrero que venció a Lucifer con su machetito[2]”
Santo de la hacienda de Yubucú: San Miguel Árcangel. |
Según los testimonios que conseguimos fueron traídos de España por uno de los dueños de la hacienda por ahí del año de 1943[3], siendo una escultura de madera con los ojos de jade a continuación mencionaremos algunas características de este:
Lleva consigo una espada en forma de rayo, para los habitantes de Yabucú significa que tiene alguna conexión con la lluvia, de igual manera con el Dios Chaac.
A sus pies se encuentra un dragón, Miguel Arcángel acabando con el dragón a punto de clavarle la espada. En la concepción de la iglesia católica es uno de los siete arcángeles y es uno de los tres cuyo nombre aparece en la biblia, además, que para la iglesia este arcángel está en el lugar más alto y le llaman; “ príncipe de los espíritus celestiales”, en el arte es representado como un ángel guerrero conquistador de lucifer, poniendo talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazando con su espada… la cristiandad en la iglesia primitiva venera a este arcángel como el que derroto a satanás y sus seguidores y los hecho del cielo con su espada de fuego[4].
Los pobladores de la hacienda al igual que conocen a este santo como el vencedor de satanás, también lo relacionan con el dios Chaac –dios de la lluvia- según los comenta don Idelfonso Medina que fue habitante de la hacienda hasta hace años, nos narra que a San Miguel es uno de los guardianes del dios de la lluvia maya, por la forma que tiene su espada, asume la representación de un rayo; y gracias a este elemento este santo fue introducido en la ceremonia de la lluvia llamado en maya Chaa Chaac, igual tienen la creencia que cuando un rayo cae cuando el cielo está despejado – rayo seco como le llama-, es este que agita su espada en contra de Satanás, el día de la festividad de este patrono es el día 29 de septiembre pero las festividades inician desde el día 20 del mismo mes, y se llevan a cabo la novena- 9 días de oraciones-, y gremios que reúnen a la mayoría de la población creyente, la congregación que tiene este santo incluye a haciendas vecinas y poblados cercanos que llegan para orarle, llevarle ofrendas y pedir algún milagro como nos comenta nuestro entrevistado.
Al igual que para los peones, la devoción y creencia fue igual de importante para el dueño de la hacienda ya que fue el que introdujo la imagen del santo a la hacienda, importándola desde España, basándonos en la descripción que nos dieron los habitantes de la hacienda, esta imagen es tallada en madera de aproximadamente 1.60 cm de altura desde la base hasta su cabeza, y los ojos eran hecho de jade, la imagen original fue sustraída de la hacienda y hasta la actualidad se desconoce su ubicación , esto nos lo comento otra persona que vivió en la hacienda y cuyo marido fue el encargado de la hacienda en sus últimos años. En un documento encontrado en el AGEY (archivo general del estado de Yucatán), nos da una descripción de la hacienda y con eso se pudo conocer que cuando aún la casa principal era de embarro y paja la capilla ya estaba construida de mampostería y techada[5], como se puede observar durante esa época aún era más importante la devoción y la salvación del alma antes de las comodidades terrenales, como se creía durante la colonia.
Uno de los rituales que se llevan a cabo es el ya mencionado Chaa Chaac, aquí lo describiremos tal y como nos fue narrado por don Hilario Medina, este ritual es llevado a cabo por un j-Man[6] del pueblo o de un poblado cercano, para llevarlo a cabo las personas que participaran se encargaran de todos los utensilios que servirá para tal motivo, algunas personas donan animales como gallinas o pavos –guajolotes- , otras se encargan de los recados, la bebida, el primer paso es elegir a cuatro señores los cuales serán los ayudantes del j-Man durante el tiempo que dure la ceremonia, estas personas lo acompañaran al cenote que el elija en busca de agua, pero nadie puede entrar sin que antes el j-Man haya pedido permiso al señor o guardián del cenote una vez que esto haya sido concedido las cuatro personas llenan unos calabazos con el agua del cenote, con esa agua se preparara tanto la comida como la bebida, para iniciar este ritual se construye un altar en medio del terreno en una mesa se colocan la comida y la bebida, los cuatro señores elegidos con colocados en las diferentes esquinas de la mesa que representa los puntos cardinales, al momento que inicia la ceremonia estas personas hacen sonidos de ranas o sapos esto es por la creencia que estos animales llaman a la lluvia con su canto, en ese momento se empieza a nombrar tanto a dioses mayas o señores de la tierras como igual a los santos católicos, al finalizar la ceremonia se dice unas palabras que traducidas al español diría esto “ ya todos comieron y bebieron, deben estar todos satisfechos ya es hora que todos los santos y aires regresen de donde vinieron[7]” con esto finaliza la ceremonia según nos narraron.
Canicab
La segunda hacienda que comprende este estudio es la denominada Canicab ubicada aproximadamente a cuatro kilómetros hacia el norte de Acanceh, este sitio aún cuenta con habitantes que la vieron desde los días que la maquina raspadora funcionaba y se trabajaba el henequén, el santo patrono de este ligar es San Isidro Labrador quien por excelencia es el patrono de los agricultores es el santo a que muchos acuden para que llueva, su ciudad de origen es Madrid, España, uno de los relatos más conocido de este santo que viene desde esa ciudad y los pobladores de esta hacienda igualmente conocen aunque se difiere un poco entre los dos, las cuales se escribirán a continuación para poder observar las pequeñas diferencias, en primer lugar está la versión española: “ esta historia nos presenta a un hombre muy piadoso que a menudo tenía que soportar las burlas de sus vecinos porque cada día iba a la iglesia antes de salir a labrar el campo, a veces Isidro llegaba algunos minutos tarde al trabajo y sus compañeros lo denunciaron al patrón por holgazán. Juan de Vargas, que así se llamaba el propietario de la finca, lo quiso comprobar por sí mismo, y un buen día se escondió tras unos matorrales situados a medio camino entre la iglesia y el campo. Al salir del templo le recriminó su actitud. Cuando llegaron al campo, su patrón vio por sorpresa que los bueyes estaban arando ellos solos la parte que le correspondía al buen Isidro, el patrón entendió aquél hecho como un prodigio del cielo.
La historia narrada por uno de los pobladores don Cándido Pech y su esposa doña Verónica es la siguiente: “San Isidro todos los días antes de ir a trabajar a su milpa pasaba a la iglesia a orar, y aunque el llegase tarde a trabajar siempre terminaba igual a con los demás trabajadores, y ellos siempre se cuestionaban“ ¿cómo es que el acaba igual que nosotros, cuando en las mañanas es el último en llegar?”, entonces, en una ocasión los demás trabajadores decidieron seguirlo, y en eso estaban cuando escucharon que San Isidro con alguien fue cuando vieron que eran ángeles quienes ayudaban a este hombre a trabajar la tierra para que este terminase a tiempo”. Como podemos observar en este caso la concepción no es muy diferente hacia este santo, siguiendo con los resultados de este trabajo de campo, en esta hacienda se tenía la costumbre que todas las personas que trabajan la tierra así como la crianza de animales le ofrecían a este santo la primera cosecha o el primer animal nacido en forma de agradecimiento o para pedir el favor que su trabajo siga dando buenos resultados durante todo el año.
Hacienda Canicab: San Isidro Labrador - santo patrono |
Las festividades de este patrono se lleva a cabo el 15 de mayo y se tiene la costumbre que durante los días previos a esta fecha la capilla se abre desde la madrugada para que la gente pueda entrar a orarle desde temprana hora, igual para pasar a pedir que tengan una buena caza para poder ofrecer al santo en el día de su festividad mayor, el día del gremio desde temprana hora los señores del poblado salen de cacería y el animal obtenido es llevado directamente a la casa donde se llevara a cabo esta fiesta para que se prepare, la gente de este lugar acostumbra a ir a la capilla cuando suenan siete campanadas, eso quiere decir que se llevara a cabo un rosario y al finalizar este se reparte atole ( bebida preparada con maíz), y elotes sancochados llamados pibinales.
Datos obtenidos en relación a milagros concedidos por este santo tanto entre los pobladores como visitantes que llegan a rezar por algún familiar, un ejemplo es este caso que nos fue narrado es el siguiente: “un señor de edad avanzada que no tenía que comer y se fue a la iglesia a platicar con san isidro, entonces llego a la iglesia y que le dice al santo " san isidro hoy no comeremos porque no hay dinero, no puedo salir a cazar, y en eso estaba cuando de la puerta entro un tuza, con trabajo con su bastón empezó a caminar detrás del animal hasta que lo logra cazar y ese día comieron y cenaron dicen que por la confianza que le tuvo al santo es por eso que lo ayudaron[8]”.
Otro milagro que cuentan ahí, narrado por doña Verónica fue el siguiente: “Un hombre que no era de este pueblo, vino llorando a la capilla y rezándole a San Isidro Labrador, pidiéndole por su hijo que estaba muy enfermo; el hombre dejó un “bote” de agua como ofrenda y a las horas fue por él y se lo llevó a su hijo para que tome, y gracias a esa agua que le ofreció a San Isidro su hijo mejoró.” Nos dimos cuenta en este segundo caso la fe que estas personas tienen, pues este relato no es muy creíble para muchos, pero su forma de narrar era tan convincente que no dudo que muchas personas lo lleguen a creer y hasta contar a los demás. De igual forma nos damos cuenta de que el Santo Patrono de las haciendas tienen como que el mismo relato, sólo que en diferentes situaciones, es decir, este señor llevó agua a la capilla, y en otros relatos nos cuentan que fue por llevarle animales, llevar al mismo hijo enfermo con el santo para rezar, o diferentes cosas, pero siempre es de un hijo enfermo.
En este poblado igual nos narraron la forma en que realizaban el ritual para pedirle a dios de las lluvia (Chaac), que les mande buen tiempo para sembrar, este rito es conocido como el Chaa Chaac, y nos comentan que se realiza de la siguiente manera según recuerdan; se preparaba el balché, con el tallo de los árboles del mismo nombre se sancochan (colocar en agua hasta el hervor) y se mezcla con licor y miel, esta es la bebida que se reparte en el chaa chaac igual se prepara pollo y con unas tortillas grandes, se cuidaba de no tirar nada al suelo , porque ya es una comida sagrada. Los hombres eran los que rezaban por que no se les permitía a las mujeres, se elegían a cuatro personas para imitar el sonido de los sapos, se cree que estos animales con su canto llaman a la lluvia. Igual se lleva a san isidro y se le hace un altar con maderas y hojas en medio del monte[9].
Como podemos observar en los tres casos anteriores los santos están relacionados con los trabajos del monte, el primer caso se le hace esa concepción gracias al elemento con el que se relaciona su espada y por esa razón es que se concibe como una guardián del dios maya de la lluvia y en el tercer caso la relación que se tiene con la tierra se trae desde la ciudad de origen de este santo y fue adoptado casi sin ningún cambio hacia la imagen construida por la religión católica, en base con las narraciones podemos percibir como los pobladores relacionan al santo de la primera hacienda, como en la lucha del bien y el mal esto se puede observar en la relación que le dan a la caída del rayo con la batalla que llevo contra el diablo este arcángel.
El tercer caso se podría relacionar con la vida que llevo Jesús hijo de Dios según la biblia, que es un caso de bondad y trabajo, ya que San Isidro igual está relacionado con los animales y su bondad hacia a ellos y además que ante todo su prioridad era estar en paz con dios y tener una vida tranquila y alejada del pecado, y como se puede observar en el relato hecho por los pobladores se puede ver que la concepción no cambio en cuanto a la que se tiene en España de ese mismo santo.
Otro caso particular que nos contó doña Verónica de Pech es el siguiente: “Un día estábamos en la capilla y de repente San Isidro se cayó, solo, no había ni aire como para que se caiga, pero bueno, se cayó. Y en la tarde del mismo día 3 personas del pueblo de Canicab murieron de diferentes maneras, y dos quedaron heridos[10].”
Pero las similitudes que se tienen entre las dos haciendas son más concretas como es el caso del modo de festejar a los patronos con fiestas y novenas y en ambos casos toda o quizá la mayoría de la población participa en ellas, desde donar algún animal o fuerza de trabajo para realizar los diferentes eventos en honor al patrono, al igual que en los dos casos los patronos están relacionados con el ritual maya del Chaa Chaac, por estar relacionados con el elemento del agua y la tierra, en ambos casos el alcance que tiene la devoción y congregación va más allá de los días de fiesta y sobre los pobladores de las haciendas, o sea esta devoción , costumbres y creencias son su forma de vida diaria, ya que desde iniciar a trabajar la tierra se hace un ritual hasta el final o el tiempo de cosecha se hacen los rituales para agradecer a los santos del monte, y en la concepción católica son demasiado arraigado a sus creencias, lo podemos observar en los rosarios que se llevan a cabo y en el caso de los hacendados en la construcción de las capillas antes de tener una casa principal, claro este es un caso y no podemos generalizar a todas las haciendas en estos momentos.
En este trabajo se puede analizar el sincretismo que se ha llevado a cabo en relación de la religión católica y la maya, sin que una haya desplazado a la otra, los resultados de esta investigación hasta el momento nos demuestran el tipo de creencias y el modo de vida religiosa que se llevaban a cabo en las haciendas durante la segunda mitad del siglo XX, aún falta trabajo por hacer para conocer mejor las costumbres que se llevaron a cabo en esta época, se pretenderá llegar hasta poder analizar y comparar la vida religiosa un número mayor de haciendas para así poder sacar conclusiones más claras.
Complemento:
En nuestro municipio de Cacalchén, Yucatán. De igual manera tenemos varias haciendas con sus respectivos santos o patronos como son: Allín, Puha, Sahcaba -San Miguel Arcángel, Cholul -San Antonio, y de nuestros vecinos la hacienda aun henequenera Las Ruinas de Aké - el Cristo Negro-. Incluso en los últimos se hacen novenarios en su nombre, para agradecerles las bendicones que les brindan a los dueños, hacendados o visitantes, incluso a los trabajadores de las haciendas. Nosotros tenemos como Santos Patronos a San Pablo y San Pedro, en la parroquia de nuestro municipio celebramos fiestas en su nombre, así es Cacalchén y santos de la fe católica.
En nuestro municipio de Cacalchén, Yucatán. De igual manera tenemos varias haciendas con sus respectivos santos o patronos como son: Allín, Puha, Sahcaba -San Miguel Arcángel, Cholul -San Antonio, y de nuestros vecinos la hacienda aun henequenera Las Ruinas de Aké - el Cristo Negro-. Incluso en los últimos se hacen novenarios en su nombre, para agradecerles las bendicones que les brindan a los dueños, hacendados o visitantes, incluso a los trabajadores de las haciendas. Nosotros tenemos como Santos Patronos a San Pablo y San Pedro, en la parroquia de nuestro municipio celebramos fiestas en su nombre, así es Cacalchén y santos de la fe católica.
Bibliografía.
ArchivoGeneral del Estado de Yucatán, Fondo justicia Sección Tribunal Superior de lo
civil Serie civil 1834 vol. 17 exp. 10
Gómez
Zorraquino, José Ignacio. “Los santos patronos y la identidad de las comunidades
locales en la España de XVI y XVII.
D’
Aubuterre Buznego, María Eugenia. “San Miguel Arcángel, un santo andariego”.
Relaciones 103. Verano 2005. Vol XXVI.
Don
Cándido Pech y Doña Verónica de Pech 28 de julio de 2013
Galindo,
Adela. “San Miguel Arcángel, fiesta junto a los ángeles Gabriel y Rafael”. Las
siervas de los corazones traspasados de Jesús y María. 2009.
Medina,
Hilario, entrevista. 6 de Julio 2013
Referencias/Acotaciones
[1]
Gómez Zorraquino, José Ignacio. “Los santos patronos y la identidad de las
comunidades locales en la España de XVI y XVII. p
[2] D’
Aubuterre Buznego, María Eugenia. “San Miguel Arcangel, un santo andariego”.
Relaciones 103. Verano 2005. Vol XXVI. p 26
[3]
Medina, Hilario, entrevista. 6 de Julio 2013
[4] Galindo, Adela. “San Miguel Arcangel, fiesta
junto a los ángeles Gabriel y Rafael”. Las siervas de los corazones traspasados
de Jesús y María. 2009. P.p. 1.
[5] Archivo General del Estado de Yucatán, Fondo
justicia Sección Tribunal Superior de lo civil
Serie civil 1834 vol. 17 exp. 10
[6]
J-mam denominación que se le da a un hechicero en el área maya, aunque en
realidad no se le puede definir como tal.
[7] Medina, Hilario, entrevista. 6 de Julio 2013
[8]
Doña Verónica de Pech, historia oral. 28 de julio de 2013.
[9] Cándido Pech, historia oral, 28 de julio de
2013.
[10]
Verónica de Pech, historia oral, julio 2013.
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