Alguna vez varios de nosotros viajo en tren en aquellos años.
Estación del ferrocarril en algún lugar de Yucatán (Foto facebook FUS). |
En los 60's, 70's, 80's cientos de miles viajaban en tren como salida Cacalchén con destino a varias ciudades y municipios del derrotero que teníamos.
Una experiencia única para las primeras veces y una forma de vida o rutina para muchos grandes. Con rumbo a la ciudad de Mérida y Valladolid en la de 7am y por las tardes Mérida y Tizimín, ese pitido de las máquinas daban aviso su llegada o salida de la estación.
Ese ir y venir de la gente, el bullicio de los pasajeros, venteras de los ricos manjares hechos para el desayuno sobre todo en la mañanas. ¡Qué tiempos aquellos!
COMPARTAN SUS EXPERIENCIAS PAISANOS SUS VIAJES EN EL TREN DESDE O PARA LLEGAR A NUESTRO PUEBLO DE:
#CACALCHÉN EN YUCATÁN.
Ferrocarriles Unidos del Sureste: El primer viaje en tren |
Hoy solo quedan para muchos de nosotros contar esas experiencias... razón que compartimos la nota de abajo, léanla.
"Mi primer viaje solo en tren"
“Todos los años, en verano, mamá y papá acompañaban a su hijo, en tren, hasta la casa de la abuela. Luego, regresaban a casa en el mismo tren al día siguiente.
“El niño creció y un verano les dijo a sus padres:
— Ya soy mayor, ¿Qué dicen si este año intento ir solo a ver a la a abuela?
“Después de un breve debate, los padres estuvieron de acuerdo. Desde el andén de la estación, le dieron las últimas recomendaciones, mientras desde la ventana del tren él repetía:
— ¡Sí, lo sé, lo sé, ya lo han dicho cien veces …!
“El tren estaba a punto de partir y el padre dijo: —Hijo, si de repente te sientes mal o tienes miedo, ¡esto es para ti!— y puso algo en el bolsillo de su hijo.
“El niño estaba solo, sentado en el vagón, sin padres por primera vez, mirando curioso desde la ventana. Alrededor, extraños empujaban, hacían ruido, entraban al compartimiento, salían, el conductor hacía comentarios sobre el hecho de que estaba solo, alguien incluso lo miró con pesar y de repente el chico se sintió muy incómodo y triste, cada vez más.
“Agachó la cabeza, se acurrucó en un rincón del asiento y las lágrimas comenzaron a fluir. En ese momento recordó que su padre le puso algo en el bolsillo. Con mano temblorosa buscó a tientas y encontró un papel, tenía escrito esto:
“—Hijo, estoy en el último vagón…”
Puedo imaginar el alivio y cúmulo de emociones que invadieron a este niño y es quizá en ese último vagón del tren de la vida, donde debemos viajar siempre los papás, cuidando y privilegiando la libertad de nuestros hijos, pero asegurándonos de que mientras estemos con vida, siempre contarán con ese puerto seguro donde guarecerse de las tormentas y retomar fuerzas para salir al mundo y comérselo.
“El niño creció y un verano les dijo a sus padres:
— Ya soy mayor, ¿Qué dicen si este año intento ir solo a ver a la a abuela?
“Después de un breve debate, los padres estuvieron de acuerdo. Desde el andén de la estación, le dieron las últimas recomendaciones, mientras desde la ventana del tren él repetía:
— ¡Sí, lo sé, lo sé, ya lo han dicho cien veces …!
“El tren estaba a punto de partir y el padre dijo: —Hijo, si de repente te sientes mal o tienes miedo, ¡esto es para ti!— y puso algo en el bolsillo de su hijo.
“El niño estaba solo, sentado en el vagón, sin padres por primera vez, mirando curioso desde la ventana. Alrededor, extraños empujaban, hacían ruido, entraban al compartimiento, salían, el conductor hacía comentarios sobre el hecho de que estaba solo, alguien incluso lo miró con pesar y de repente el chico se sintió muy incómodo y triste, cada vez más.
“Agachó la cabeza, se acurrucó en un rincón del asiento y las lágrimas comenzaron a fluir. En ese momento recordó que su padre le puso algo en el bolsillo. Con mano temblorosa buscó a tientas y encontró un papel, tenía escrito esto:
“—Hijo, estoy en el último vagón…”
Puedo imaginar el alivio y cúmulo de emociones que invadieron a este niño y es quizá en ese último vagón del tren de la vida, donde debemos viajar siempre los papás, cuidando y privilegiando la libertad de nuestros hijos, pero asegurándonos de que mientras estemos con vida, siempre contarán con ese puerto seguro donde guarecerse de las tormentas y retomar fuerzas para salir al mundo y comérselo.
Máquinas del FUS hoy pueden ser vistas en el museo en la plancha en Mérida. |
Fuente/autor: FerroYuc | blog Ferrocarriles Unidos del Sureste | marzo 2021 | Mi primer viaje solo en tren |
Edición y adecuación de textos adicionales equipo @Cacalchén - Cacalchén Yucatán a marzo del 2021. A un año de que llegó la pandemia a México y el primer caso de muerte por #covid19 en nuestro estado.
Edición y adecuación de textos adicionales equipo @Cacalchén - Cacalchén Yucatán a marzo del 2021. A un año de que llegó la pandemia a México y el primer caso de muerte por #covid19 en nuestro estado.
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