09 noviembre 2020

Tragedia en Cacalchén Yucatán

Autor: Padre Pastor Escalante Marín (*).

Lugar donde sucedió la tragedia: Cacalchén, nuestro querido pueblo.


Desde el atrio de la iglesia se podía distinguirse, aquella noches lluviosa, el grupo de ejidatarios -hombres y mujeres- apiñados en la puerta de la oficina del Comisariado. De tanto en tanto se oían unas palabras dichas en voz alta y tono airado y una gritería que se alzaba. De pronto se oyeron cuatro disparos seco: gritos de angustia y la gente dispersándose apresuradamente...  Compás de silencio : hasta las ranas dejaron de croar... después nada.
Tragedia en Cacalchén Yucatán
En la foto que viene en el libro, actualmente son locales rentados y antes le mini super "La Carmelita" de la familia Espada Sosa.

Esta noche y estos sucesos los viví en Cacalchén*, villa que entonces pertenecía como agregada a Tixkokob. Hacia ya un mes que era párroco pero aún no conocía la cabecera. De Tixpehual, terminado el famoso novenario, pasé a Cacalchén, allí comenzaba otro. Así era ser párroco de aquella  época. Eramos tan pocos que el Cura de Tixkokob lo era también de Cacalchén y Nolo con sus respectivos pueblos y haciendas: Ekmul, Euan, Yaxkukul, Ruinas de Aké, San Jaun Koop, Bokobá, San Antonio, Santa Cruz, Cucá, Chochó, Oncan, Tecoh, y San Juan Hau, etc. Y cada hacienda era un pueblo y no había carreteras.

Cuando la guerra mundial...



"El henequén" se cotizó mundial-mente a precio de oro: sea en rama, en jarcias, era material de guerra. Yucatán fue rico: ¿Por qué los ejidatarios quedaron siempre en la miseria? ¿Qué grandes fortunas se amasaron entonces? Me han contado que algunos hacendados metían entre las pacas pedazos de hierro y ruedas de plataforma para aumentar el peso: los compradores no reclamaban porque estaban en guerra, pero hicieron un museo de toda aquella basura y cuando terminó la guerra bajaron el precio del henequén en venganza. Los que vendían Twain sumergían el producto ya terminado en aceite quemado para que pesara más y así cobrar más. Todo esto hizo que al terminar la guerra se negaran a comprar nuestros artículos en el extranjero. Vino la miseria y eso propició un estado de agitación en el campo.

Aquella noche en Cacalchén la gente estaba descontenta. Les habían cambiado al Comisaria Ejidal. El nuevo no tenía los sellos para las recetas médicas de los enfermos por el antiguo se los había llevado. Y sin sello no había medicinas. En la plaza estaba un destacamento: Un oficial y dos elementos de la policía del Estado. Apostados en la puerta contenía a un grupo de descontentos. En un momento de furia los de atrás empujaron a los de adelante y estos a su vez presionaron a los policías. Para amedrentarlos dispararon al aire. Alguien debió tener una pistola que disparó sobre ellos; contestaron replegándose hacia el interior de la habitación; disparando, el sargento huyó por la parte trasera, los policías fueron arrollados por la multitud, todo fue confusión, violencia y sangre.

Padre me dijo Natividad, -mi secretario- hay heridos, uno está aquí tras de la iglesia: tiene baleado el estómago.
Fui a verlo: era un joven tirado a media calle. Se quejaba. Después de auxiliarlo traté de ayudarlo, lo llevé a la sacristía. lo acosté en una hamaca. Natividad me dijo: --Debe otros heridos en el lugar de los hechos, pero los policías están adentro y están armados y si sienten entrar a alguien pueden tirar-- vamos allá. --Las puertas estaban abiertas pero no se oía ruido. Un escalofrío me recorrió la espina dorsal. Comencé a gritar: !No tiren¡, !Soy Padre¡, !Vengo a ayudar!. Poco a poco fuimos entrando: en la primera pieza, nadie. Avanzamos a la segunda; el cuadro era aterrador: un charco de sangre era todo el piso y tirados en ella boca arriba los dos policías con las caras ensangrentadas. El primero estaba muerto; el otro daba señales de tener vida.
Tragedia en Cacalchén Yucatán
En la foto muestra la entrada trasera de los patios del ex convento de la parroquia (rejas para el acceso a la casa cural, escenario y estacionamiento del párroco) lugar donde llegan para avisar al padre de acuerdo a la historia del mismo autor de esa noche.


-Padre, este está vivo. Me acerqué, le hablé y me respondió con un murmullo. -No te muevas, hijo, ahora te traigo un médico ¿Médico?  No había. El presidente municipal estaba en su palacio pero no se atrevía a salir. Me explicó.

-Se llevaron las armas de la policía, está armados...
Por lo visto era el único que podía hacer algo. Llamé por teléfono al Presidente Municipal de Motul (hoy de Felipe Carrillo Puerto vecina ciudad), le expliqué el caso:

-Enseguida te mando un médico y voy a avisarle al gobernador. Era el señor González Beytia. Al rato llegó el médico; sobre una mesa operó al policía y le salvó la vida; el joven de la sacristía tenía alojadas la balas en el estómago. Enseguida vino la ambulancia y llevó a los dos. A las tres de la madrugada llegó un destacamento.

-Oí que uno del pueblo dijo a sargento -¿Sabe quién se tiene la culpa de todo? el diputado que siembra la desunión para los intereses personales.

El resultado final fueron dos muertos: un policía y un campesino, dos heridos graves un policía y un ejidatario apellidado Espadas. Después vino la represalia: docenas de campesinos fueron detenidos, torturados y encerrados.

Terrible cosa la manipulación política de los débiles. El desaliento, la decepción, el escepticismo producido por la injusticia ancestral, la violencia institucionalizada que han padecido los campesino para que este nuestro sistema económico-político-cultural perdure en nombre de la estabilidad y llamada paz de la nación.

Tomado del libro: Líos de un Cura Progresista | Página No 45 al 48 | autor: Pastor Escalante Marín | Editada y publicada en abril/1981 | 

Edición y adaptación del post en blog por: @Cacalchén. Agosto del 2020, Yucatán México. Libro adquirida en diciembre del 2019 para compartir con todos nuestros lectores.




4 comentarios:

  1. Gracias por compartir, excelente información; es necesario cultivar el conocimiento del medio y su historia y como en este caso, notar que por desgracia mucho de lo político-económico continúa en las mismas circunstancias y con similares consecuencias.

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    1. Buenas tardes.
      Esa es la intención dar a conocer datos e historia de la vida de antaño del pueblo.
      Te invitamos a compartir la nota, saludos y gracias por comentar.

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  2. Gracias por compartir está historia muy interesante para no olvidar a los mártires que de alguna forma perdieron la vida por esa causa

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    1. Saludos y gracias por comentar.
      Estamos recopilando más para compartir, espero igual lo envíes a tus conocidos.

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