07 septiembre 2022

Impresiones de viajero de Cacalchén

CACALCHÉN

-Impresiones de viajero-

Uno de los municipios cercanos a la gran capital Mérida lleva por nombre Cacalchén, en el tiempo que se cuenta en siglos se ubicaba en el camino real a Izamal, lo que la hizo punto importante de viajeros y peregrinaciones propias de esta tremenda religiosidad popular practicada durante la dominación española.
Parroquia de Cacalchén
Iglesia parroquia y antiguo convento franciscano del siglo XVII. San Pedro y San Pablo de Cacalchén.
 
Llegue a Cacalchén una mañana de los primeros días de diciembre del año que no recuerdo con precisión, pero entre Cacalchén y aquel viaje a Izamal me hizo tener presente la crónica de antiguos viajeros que por esos mismos días transitaban entre aquellos viejos caminos. Recuerdo aquel esfuerzo por imaginar como debió lucir aquel pueblo noble en aquellos siglos atrás, seguramente cuadras llenas de casita de paja y caminos de piedras y sascab, arboles corpulentos y una iglesia labrada de cal y canto cuya espadaña se coronaba con remates y una alta cruz de piedra.
 

Cacalchén fue un pueblo de origen maya. 

Repitieron por siglos los abuelos de ese pueblo que a las orillas de un cenote que se ubicó en la plaza fue donde se dio el origen, en la cual nuestros padres mayas en su búsqueda de tierras fértiles y de agua que satisficiera la necesidad, decidieron sembrar los horcones que levantaron sus casas. Así que, con agua y tierra buena, es como nace este pueblo en un día que se pierde en la densa bruma del tiempo pasado. El mismo nombre de Cacalchén revela por sí mismo su origen maya.

Los grandes estudiosos de la toponimia maya por décadas buscaron el significado de la palabra Cacalchén. Los maestros Alfredo Barrera Vázquez, Pacheco Cruz y hasta el mismo Juan Pío Pérez concluyeron que el significado es: Pozo de dos bocas. Y uno más Diego Rejón García, publicó para 1910, que la palabra Cacalchén hace referencia a una planta arbusto.
 
¡Pero qué lejos estaban esos estudiosos de la verdad sobre la palabra Cacalchén! En nuestra investigación dimos con un documento importante, llamado la Relación de Cacalchén escrito en 1581 por un español dirigente de ese pueblo, donde expone: “Llámase Cacalchén, porque dicen los indios que tiene cuarenta pozos y en la lengua de los indios cacal (kak´al) son cuarenta, chen (che´en) es pozo en lengua de ellos, por manera que juntas las palabras dicen Cacalchén.
Calles de Cacalchén en la 21A
Calle 21 A de Cacalchén, lado sur del palacio.
 
En la última época maya conformó parte del cacicazgo de Ceh Pech y su máxima autoridad era del linaje de la familia Pech su gran batabiloob. Extendió la mano al Francisco de Montejo el cacique Na Chan Pech de Cacalchén, según los más antiguos registro.
 
Tras la conquista española fue colocado como pueblo de encomienda dado a Francisco Tamayo Pacheco en 1549 quien todavía lo tenia para 1581 y es el autor de la crónica Relación de Cacalchén, importante documento que habla de la historia de ese pueblo desde su fundación hasta la entonces conquista. Otros encomenderos fueron Juan Hernández de Castro en 1629, y José Ventura de Magaña y Figueroa posteriormente.
 
Auxiliar y justificación universal de la llegada de los reinos de Castilla y León al Mayab fue la evangelización de los naturales, en el caso particular de la región fue la Orden Franciscana la que tuvo la responsabilidad sobre sus hombros. Ellos, los misioneros de tosco hábito fueron los que trazaron las calles de este pueblo, siguiendo el modelo europeo del tablero de ajedrez, ellos bautizaron a los naturales, y bendijeron la unión de los abuelos de los que hoy pueblan la localidad.
 
Casa maya, vernacula
Casita vernácula - casa maya, fotografía tomada de la calle 19 por 24 de Cacalchén.

Con pico y lanza abrieron los cimientos de su templo, y forjaron la sociedad maya colonial. Fray Diego López de Cogolludo en su historia publicada en 1681 asienta: “El convento de Cacalchén tiene erección de tal, desde el año de 1609, y por titulares de su iglesia, a los apóstoles San Pedro y San Pablo…” El atrio de su iglesia y antiguo exconvento franciscanos es uno de los más grandes y antiguos del Arzobispado Yucatanense.
 
Bajo la administración franciscana fue primero desde 1549, como pueblo de visita dependiente del convento Motul, y posteriormente como convento. Los franciscanos saldrán de la administración religiosa de ese pueblo en 1821, con las leyes de secularización.


Al calor de los franciscanos floreció la devoción mariana en ese pueblo. Para principios del siglo XVIII se tenía establecido una cofradía en honor a la Pura Concepción y se tenia 200 mecates, con ganado, caballos y colmenas, y un monte llamado Dzonot, que fue vendido por mandado del obispo en 1782. Perdiéndose los bienes de la cofradía y con el correr de los siglos esa antigua imagen se volvió en una Candelaria que el pueblo fiel venera en la actualidad.
 
Entre la historia colonial de ese pueblo se conservan los legajos de pleitos y defensas de los naturales por parte de los clérigos y defensas de indios. Ya que se acusaba que muchos españoles tenían indios en sus ranchos que no ayudaban a pagar el tributo debido a las autoridades locales.
En 1821 llega la independencia nacional, Yucatán se levanta a favor de la naciente nación mexicana y corta sus lazos políticos con España. Cacalchén obtiene su primer ayuntamiento, que el siglo XIX por los diferentes cambios políticos, guerra de castas, guerras internas políticas harán que pierda su ayuntamiento en varias ocasiones. Más al estar entre el camino de Mérida a Izamal será puntos de encuentros y desencuentros armados entre las tropas de militares ansiosos de poder y de la gubernatura del estado.
 
metizas de Cacalchén
Mestiza de Cacalchén, traje regional de #Yucatán (foto del facebook).

A pesar de esos males que experimento en el siglo XIX, en 1868 se inaugura el palacio municipal con sus casonas y en 1885 se concluye el amplio primer corredor del frente. Ya para entonces comenzaba a llenarse de henequén toda las tierras de sus jurisdicción, quedando Cacalchén en una de las zonas más ricas de la nación con el cultivo del oro verde.

En el naciente siglo XX, con precisión en 1900, ante la buena economía y el ascender paulatino de su demografía, el congreso del estado le concede el titulo de Municipio libre. Importante titulo de autoridad que desde ese año ha conservado por espacio de un siglo y dos décadas.
 
Tierra apreciada de reconocidos intelectuales, inspiración del poeta Jorge Mezo Alcalá quien escribió Canto a Cacalchén. Tierras de los recuerdos familiares de la sentida escritora Georgina Rosado y Rosado quien habla de ese pueblo con especial acento en su libro Deshaciendo nudos. Cacalchén pueblo donde pernotara John L. Stephens en su búsqueda por los mayas, y que causó impresión en Alice D. Le Plogeon, en 1878, quien lo señaló como el pueblo de cierta importante “por el número de casas de piedra que rodean la espaciosa plaza. Se encuentra ahora casi desierto y solitario.”

Quisiéramos seguir escribiendo periodo a periodo la historia de este municipio, pero no es el propósito en esta reseña, ni tenemos la información para hacerlo de forma inmediata.
 
Cristo de la Ruinas de Aké, venerada en el pueblo
Milagroso Santo Cristo de Ruinas de Aké que todos los años visita la comunidad en el sábado santo.
 
En la actualidad Cacalchén es un pueblo fuerte, que buscan los medios necesarios para salir adelante, sufre de las migraciones constantes, el tener que salir a buscar trabajo en otros pueblos es parte del presente de la comunidad. En tanto que la ganadería, la apicultura y algo de la decadente porcicultura siguen dando sustento a sus familias.

 
Pueblo forjado en siglos de encuentros de culturas, sigue siendo baluarte de tradiciones y festividad. Los mismo se baila una vaquería en enero (diciembre) o en junio -fiesta patronal-, que se hace un gremio, que se reza un ochovarío, o se cocina un relleno negro o se fríe en manteca un panucho. En procesión llega desde Ruinas de Aké un milagroso Cruxificado al termino de la semana santa. En sus calles reina el silencio y quietud, reina la paz provincial en sus tardes de fresco y de aires que mesen sus frondosos árboles. Riquezas de un pueblo fuerte, de un pueblo especial como lo es Cacalchén.
 
De algo estamos acierto, falta escribir la historia del pueblo de Cacalchén. En tanto les dejo aquí mis impresiones con el gusto de compartir fragmentos de la historia que han salido a mi encuentro en la revisión de libros viejos y de antiguos papeles que se hayan en los archivos.
 
¡Gracias por leerme!

Autor: José Iván Borges Castillo (un gran historiador y amigo, afortunados más sobre nuestro pueblo estamos agradecidos).
Tekal de Venegas, 29 de junio del 2022.


Fuente: Publicación en facebook del mismo autor. Editado y publicado en nuestro blog en septiembre del 2022, año en la 5ta ola del #Covid19 en México.

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